jueves, 6 de noviembre de 2014

¡CUÁNTO TIEMPO!

       Por unas razones o por otras todos estos meses, desde junio, he estado alejado de este blog. Pido perdón a aquellos que venían leyéndolo, si es que queda alguno. 
       Verdad es que he estado la mayor parte del tiempo sin facilidad para acceder a internet salvo por el teléfono que no manejo demasiado bien. Pero hay también una cierta desgana. La autocontemplación no me resulta grata y no quiero seguir abrumando a mis posibles lectores con unas reacciones a los acontecimientos poco correctas.
       Pero regreso. Por vanidad supongo. O quizá por no "dar la espantá" cuando todo parece desastroso. Y digo parece porque mirando con esperanza, que todo es posible, hay ciertos movimientos públicos que hacen pensar en una cierta renovación.
        No me refiero a las actuaciones de los gobernantes que siguen siendo cuanto menos erráticas, sino a un afloramiento de encuentros entre gentes con ánimo positivo. Me hace pensar que esos movimientos, encuentros, manifestaciones, son positivos el ver las reacciones negativas de los estamentos constituidos. Gritan, insultan, calumnian. Es decir: Temen. 
        Por cierto: ¿Por qué a la casta reinante les molesta tanto que se les reconozca como tal casta? Lo eran desde siempre y en estos años se han añadido otros con signos diferentes, pero también clasificadora. La única circunstancia diferenciadora sería que la casta no se hereda siempre, a veces se accede por ¿méritos?
PS.:
 Si queda algún lector le agradecería me lo hiciera saber. Vale.          




No hay comentarios:

Publicar un comentario