No me refiero a los políticos, eso lo somos, o deberíamos serlo, todos. Ni a aquellos dignos ciudadanos que dedican su tiempo íntegro a ese magno arte de servir al Pueblo y en justicia reciben el salario merecido. Escribo sobre aquellos que han llamado con gran acierto la casta.
Salvo éstos no conozco a nadie que pueda decir, que se atreva a decir, alabanzas de este gobierno. Y eso que , irremediablemente, algo han debido hacer bien en algún momento. Yo no lo aseguro porque no me consta, pero algo...
Pues bien, pese a esa ignorancia generalizada, y a la resonante crítica que resuena por doquier, cuando ha habido elecciones, las europeas últimas, el partido del gobierno ha sacado mayoría. Quitemos eso de la victoria moral y demás zarandajas. ¡Han sacado mayoría!. Ergo hay una mayoría de españoles que cree en la conveniencia de mantenerlos en el poder.
Nada ha influido la avasalladora corrupción, nada la ineptitud, nada el estilo chulesco de alguno de sus actuales o pasados líderes, nada la pobreza amenazante, nada la protección a los banqueros causantes de la crisis, los robos, la desidia. Mayoría.
¿Tanto poder tienen los Media?
Mi amigo Rojillo, que se declara agnóstico aunque sus hijos están bautizados y han hecho la comunión, le echa la culpa a la Iglesia católica.
-- Si no votan al PP les excomulgan.
Fachendo, que tampoco va a misa, pero es católico apostólico y romano, vuelve siempre a aquello de:
--¡Los curas no pintan nada! Con las mujeres y con los críos, vale , pero los hombres lo tenemos claro. Necesitamos una dictadura de derechas y esa está larvada en el gabinete actual. Se ve claramente y uno a uno. Afortunadamente.
A mi me empieza a tentar la idea de Parano que insiste una y otra vez en lo de la conjura universal contra la inteligencia.
-- No les interesa. Los de arriba, arriba, dicen lo que hay que hacer y ya está. La cultura para las élites. Para el pueblo football a todo pasto ahora que los toros están en entredicho.
Yo, que ya soy muy viejo, le doy vueltas y vueltas en mi cabeza a la situación.
Es verdad que han aparecido algunos movimientos potencialmente válidos que ponen en solfa al bipartido. Grupos críticos que se plantean combatir la corrupción. Programas que plantean una reconversión democrática.
El problema no es si cuajaran, sino si les dejarán cuajar.
Por lo pronto la mayoría de la casta ha arremetido contra ellos con ánimo de eliminación. Les acusan de todo. ¡No lo van a tener fácil, no! Todo eso que le toleran a los ya establecidos, se lo van a echar en cara a los ascendentes. Ya lo están haciendo y eso que no han empezado.
¿Podrán mantenerse honestos entre la deshonestidad reinante? ¿Podrán concretar sus posiciones sin que se les acuse de falsarios? ¿Les dejarán constituirse como un grupo firme y cohesionado? ¿Conseguirán constituir un grupo fuerte frente a la jauría que les va a asediar por todos lados?
¡Como me gustaría ser optimista!
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