miércoles, 27 de abril de 2016

REGRESO A DON MIGUEL

   

  Aprovechando la posesión de una maquinita multilibros que me regalaron los míos, me he permitido uno de esos placeres que resultaría complicado sin ella: Hacer una lectura comparada de esas tres cumbres de la literatura que son para mí "El Quijote", "Ulises" y "El señor de los anillos".      Hacía mucho tiempo que no releía la primera. La segunda la había intentado en la adolescencia en una traducción infernal y sólo a finales de siglo lo había conseguido en la traducción de Valverde comparando con la francesa. "El señor..." Lo leí unas cinco veces seguidas entre el 76 y el 90 y una vez más en la primera década.
        Me gusta, siempre me ha gustado, leer varios libros entremezclados. Entiendo que me permite saborearlos mejor. Pero éstas para mi cumbres de la literatura no me habían dado facilidades. En varios tomos cada uno no resultaba fácil alternarlos. Y esto se acaba con el famoso librito electrónico. Puedo llevar a cualquier parte mi biblioteca con las citadas al alcance de mi dedo.
         No renunció al libro, libro. Sigo sacando de la Biblioteca Pública, tan cuidada en Denia, lo que va apareciendo. Comprar, ya pocos. Siempre habiéndolos leido y cuando su calidad me invita a hojearlos una y otra vez. En los últimos años sólo "El hereje" de Delibes, las obras completas de Auxias March, las de Becquer editadas por Navas Ruiz, las leyendas completas de Zorrilla y algún Perez Reverte. Algo para leer en el avión y pare usted de contar
           Esto del e'book es otra cosa. Impresionante.Os cuento:
           Empecé con la primera salida del hidalgo. No lo recordaba tan ágil, tan divertido. Aún solo el atrabiliario manchego mantiene la atención y va definiendo espacio. Cuan rico el episodio de la posada. El primer regreso es la promesa del magnífico Sancho, a mi juicio el gran protagonista.
             Salto al Dublin de Joyce. Disfruto de esa amanecida blasfematoria que me presenta a Dedalus y sus irreverentes amigos. Lamento mi desconocimiento del inglés, pero fío de D. José María. Aquí no puedo correr, a ratos debo leer un parrafo dos veces para no perderme. Este primer capítulo debo hacerlo en tres o cuatro. Lo perfecto puede ser de difícil acceso.
            Y paso al prólogo de Tolkien. Con suavidad me cuenta de esos hombrecillos de pies pilosos y larga vida en su paradisíaca Comarca. Sin darme cuenta, la traducción de Domenech y Horne me parece muy ajustada, me encuentro más allá ante la preparación de un cumpleaños, el de Bilbo. Volveré a don Miguel.
           Está claro que no intento hacer un estudio crítico de ninguno de los tres. Sí sacarles el máximo partido.
           Ha sido una tarde gloriosa. Por eso la cuento aquí. Os invito a compartir la experiencia. Con esos tres o con otros que a vosotros os parezcan deseables. Mi consejo es que sean tres, no mas ni menos. Que sean a vuestro juicio comparables. No importa la cantidad de páginas. Dejaos llevar.
      Que disfruteis. ¡Salud!
     
         
       

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