viernes, 28 de junio de 2013

ECHARSE A LA CALLE

Lo tenía escrito hace días, pero tenía el ánimo bajo. Releo y hecho adelante. Un diletantismo más.
Ya que aún tengo tres lectores, me animo a escribir. La verdad es que uno tiene el ánimo por los suelos ante la desfachatez de los que manejan el cotarro. Ladrones, falsarios, déspotas y un sin fin de adjetivos que merecen, les damos y se lo toman a beneficio de inventario. Tienen el poder y basta.
Cometimos el error de firmar un cheque en blanco cuando aceptamos el sistema a la muerte del fulano.
Lo había dejado todo atado y bien atado. Desde luego. Sus fieles, sus manejantes, sus amos, nos endosaron una constitución (no merece mayúsculas) que bien manipulada dejaba todo como siempre. Y así sigue.
Cada cuatro años hacemos la pamema de acudir a las urnas y parece como si eligiéramos la variante de turno. En el fondo los mismos con las mismas.
¿Algunos son mejores, menos corruptos? Yo empiezo a dudarlo. ¿Donde está esa oposición activa? Unos leves escarceos en el congreso, la apariencia de que algo se mueve y punto.
La reforma de la ley electoral, los cauces serios para la actuación ciudadana, la simplificación de la administración, el cese de los cargos a dedo, la elección directa, la separación de poderes, la independencia de la Justicia, los sindicatos no a sueldo.
Todo ello no tiene ninguna importancia para los litigantes de las cortes.
Y todo bien montado. Sin salidas para el votante. O votas al partido de los obispos para no ir al infierno el día de mañana, o votas una sedicente izquierda que ha perdido practicamente todo su brío. También están los pequeños que pueden aspirar a formar parte de la fontanería del poder.
No cabe el voto en blanco, ni no votar, ni votar nulo. No cuenta. Si al final votan siete serán los que elijan. Lo demás no cuenta.
Y el pueblo borrego traga.
Están los movimientos populares, por supuesto; pero para ellos está la TV, la radio y los periódicos. Con los Media se puede convertir facilmente a "esos grupos" en terroristas, vándalos, antidemócratas, fascistas o nazis. Además de que siempre se pueden emplear las fuerzas armadas si la cosa se pone fea.
Y nos lo tragamos. A lo más nos contentamos con descargar nuestra furia en internet.
¿No es hora ya de salir a la calle en masa? De decirles a todos ellos que se acabó. Que ya han hecho suficiente daño. Que esto hay que volverlo a parir desde el comienzo.

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