Está claro que vivimos inmersos en un pantano de corrupción. La banca, los ricos o como quieran llamarlos, domina a unos y otros.
El partido en el poder no es capaz de contener la ola de ladrones que surge en los lugares menos pensados.
La Iglesia católica, como ha venido haciendo durante siglos, intenta arrimar el ascua a su sardina y aprovecha la debilidad del gobierno para situar sus peones y hacer universales sus leyes internas.
¿Intentan hacer entre todos que añoremos al dictador?
Afortunadamente el comportamiento de las Fuerzas Armadas está siendo ejemplar. Ellos y los movimientos populares aportan un foco de esperanza en un abrirse camino hacia el comienzo de los prolegómenos que prepararan el futuro nacimiento de una posibilidad de regeneración. Un largo camino sin duda.
Camino que intentarán cortar, corromper, malograr unos y otros.
Yo espero que las generaciones nuevas, que no "nuevas generaciones", no se dejen engañar y mantengan el alto ese sentido crítico que ha producido el 15 de mayo. Nunca habíamos visto ese estallido de movimientos ciudadanos, pacíficos mal que les pese a muchos, y las olas que han agitado aquí y allá.
Algunos piensan que la solución estaría en el compromiso político de esos movimientos dentro del sistema. Dicen que la única manera de reformarlo es hacerlo desde dentro.
No me atrevo yo a afirmar nada al respecto.
Unicamente confío.
Confio en que dé tiempo a que vayan cuajando los diferentes grupos de gente nueva, que vayan acercando posiciones, que nos entusiasmen, que sepan capear las asechanzas de los citados grupos de presión. !Que se hundan ya los dinosaurios de la política!
Que la savia nueva consiga sobrevivir a la maledicencia, al hacer artero de los corruptos, a la calumnia que estos tan bien manejan, a la violencia que sin duda intentarán hacerles y achacarles.
Que no se dejen catequizar por nadie. Los dioses nunca estarán de su parte.
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