ASTENIA PRIMAVERAL

        Pensaba yo que eso de la astenia primaveral era cosa de adolescentes. Estos días empiezo a pensar que es cosa de viejos. ¿O no?
        El caso es que me levanto con ganas de hacer cosas. Y me suele cundir la mañana. La comida bien y luego las noticias de la TV. 
        Poco a poco, a medida que veo y escucho lo que me cuentan empieza a entrarme un cansancio desproporcionado. No importa el canal que ponga. La depresión aumenta al ritmo de la desinformación recibida.
         Me dicen que deje de ver los informativos desinformativos. 
        ¿Pero, entonces, qué veo? ¿Las películas hiper-repetidas? ¿Los concursos en los que se rinde culto al dinero cultivando la avaricia compulsiva? ¿Los programas de cotilleo sobre personajillos de baja estofa? ¿Las tertulias de gentes que discuten desaforadamente sobre temas aparentemente, sólo aparentemente, importantes? ¿Las zafiedades de unos supuestos grupos humorísticos? 
         Alguna vez consigo encontrar algo soportable. No muy original desde luego, pero ingenioso.
Y tengo que tragarme el bombardeo de series y series de anuncios que sin avisar intentan meterme por los ojos deseos compulsivos de comprar. 
         Así se va apoderando de mí ese sopor, esa repulsa, esa sensación de que cualquier cosa que se intente hacer requiere un esfuerzo excesivo. 
         ¿Astenia? ¿Vejez? 
          Al final apago la TV. Leo un buen libro y me doy un largo paseo. Suele dar resultado.La astenia desaparece. ¿Me quedo sin saber qué pasa?
          Lo malo es que los únicos medios de información a mi alcance son la TV. la radio y los periódicos (de papel o virtuales). Así no hay manera de enterarse de nada. A lo más en los blogs encuentro opiniones, que no son de despreciar. 
          O sea que o ignorancia de lo que ocurre o astenia primaveral. En todo caso tampoco iba a enterarme de lo que realmente sucede.