¡SÍ ES PAÍS PARA TONTOS!

     

     Supongo que es más fácil de controlar. Todo se une para ese fin.
     Provocar la salida de aquellos que hayan demostrado una capacidad superior a la media. Emigración de jóvenes cerebros.
      Facilitar la manifestación de la barbarie en cualquiera de sus formas. Más fútbol y menos escuela.
       Idiotizar a la masa. Una televisión de baja calidad. La desinformación organizada. 
       La defensa de los defraudadores, de los ladrones, de los estafadores. No sabían lo que hacían. Les cegaba el amor. Tiene derecho a la intimidad. 
       Los fiscales actuando contra los jueces y sus decisiones. Los que molesten, fuera. Para eso mandan ellos. 
        Y cuando algo de la realidad gusanil y espuria se filtra a través de los correos se busca el mal en la filtración no en la manifestación delictiva.         
        La única oposición real es la de aquellos que exaltan a los asesinos y los que enarbolan nacionalismos decimonónicos. ¡Que asco!
       Hace años un ministro con sentido del humor me contestaba: "Sólo a la oposición". La pregunta había sido: "¿A alguien le interesa que el pueblo aprenda a pensar?"

        Me da vergüenza que mis hijos y mis nietos tengan que vivir en un país para tontos. Pero parece que todos se han puesto de acuerdo y la cosa va para largo. 
        ¿Se acabó ya la democracia? ¡Que poco nos ha durado!