lunes, 1 de octubre de 2012

ELOGIO DE LA HIPOCRESÍA

      Copio del diccionario.
    Hipocresía:Fingimiento o apariencia de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

    O sea la actitud básica para el normal desarrollo de toda sociedad civilizada. ¿No es eso lo habitual? 
    Desde los pequeños detalles de la vida cotidiana:
--Por favor, no se moleste.
--No ha sido nada.
--!Cuanto lo siento!
--¡Con perdón!
    A los más complicadas de la vida familiar.
   ¿Que hijo no ha sentido animadversión hacia alguno de sus progenitores en algún momento, cubriéndolo con un gesto difuso? ¿Que padre no ha debido coartar su furia sustituyéndola por una sonrisa más o menos convincente? ¿Que esposo no ha estado a punto de grito ante un dolor de cabeza de su cónyuge en momentos determinados? ¿Que esposa no ha fingido placer cuando lo deseado hubiera sido quejarse? Seguro que el lector tiene una larga lista de ejemplos.
      En la vida social.
      ¿Cuantos plácemes falsos hemos dicho? ¿Cuantos pésames que no sentíamos? ¿Y sonrisas de cumplimiento? ¿O frases convencionales opuestas a nuestro sentir? Añada el lector cuanto le parezca. Muchísimo seguramente.  
     Pero el colmo de la hipocresía lo da la vida política en cualquiera de sus aspectos.
    Pensemos en las actitudes dentro de los partidos. En las manifestación de intenciones, en la elección de los idóneos, los grupos de trabajo. ¿Alguien cree que aparecen en algún momento sentimientos reales?
     Si cada miembro expresara lo que piensa ¿Tendría futuro dentro de la organización? En las listas ¿Van los más eficaces o sólo los más fieles?
     No hablemos de los discursos de campaña. Sobre todo antes de unas elecciones. ¿Tan estúpidos son los candidatos que no preveen lo que va a ser la realidad si llegan al poder? ¿O la futura y predecible oposición desconoce que sus propuestas son imposibles?
     ¿Hace falta referirse a los líderes religiosos, cualquiera que sea el credo? ¿Se sostendría el entramado si cada personaje fuera publicamente él mismo sin fingimiento?
          La hipocresía se convierte, es, la única solución para el mantenimiento del sistema. La mayor virtud. 
     En la hipocresía se apoya cada una de las figuras que componen el expectro social. ¿No es eso que llamamos "lo políticamente correcto"?
     Imaginad por un momento que la sinceridad, la más pura manifestación de cada cual, apareciera en cada momento. 
     Afortunadamente ahí está la hipocresía permitiendo cubrir las falsedades del comportamiento humano.     
    Sin embargo ante la sola mención de la  palabra HiPOCRESÍA todos adoptamos una clara posición de rechazo. ¿Por qué?
    Mi amigo Fachendo afirma:
--¿Os acordáis de aquel artículo del notario sobre los USA? A todos les molestó aunque todos teníamos claro que eran verdades como puños. ¡Hipócritas! Así se titulaba. Y es que todos nos sentíamos aludidos de alguna manera.
      Añade Paranoico:
--Desde pequeñitos se nos habitúa al disimulo. Todo está montado para que los verdaderos sentimientos aparezcan enmascarados. ¿Quien maneja los hilos de la trama? ¿Los reyes, los pontífices, los poderosos? De alguna manera todo ha ido evolucionando hacia la falsificación de las relaciones humanas y después de tantos siglos difícil sería enmendarlo.
      Y aquí Rogelio, otro amigo, arrima el ascua a su sardina.
--Las pocas veces que se ha intentado una fórmula de gobierno honesto, el imperialismo occidental lo ha impedido de un modo u otro.
     ¿Hemos de gritar pues, ¡Viva la hipocresía!?

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