martes, 3 de julio de 2012

Y LLEGÓ

No sonaron trompetas.
Las campanas siguieron calladitas.
Ningún temblor de tierra, nada de truenos y relámpagos.
Sencillamente llegó.
Y está aquí, al alcance de la mano, de la vista, de la voz.
Está.
Me baila una sonrisa por el cuerpo.
Miro hacia su lado y la veo.
Como si con la sangre corriera una copa de jerez.
Eso siento.
Nada escandaloso, Soy ya muy mayor.
"No tengo ya el ...para ruidos"
Es bien sencillo.
Hay unos pasos bajando la escalera. Se ha abierto la puerta del jardín. Se bajó un poco el toldo para que el sol no calentara el cuarto.
En la casa no estoy sólo yo.
¡No hay quien borre la sonrisa de mi cara.
Todo está bien.
Ella ha llegado.

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