Parece que los ciudadanos les dimos la mayoría para que pudieran hacer todo lo que les viniera en gana. Y lo hacen.
¿Culpa nuestra? Desde luego.
Estamos asistiendo al desarrollo de una obra que escribimos entre todos. Por votar, por abstenernos, por eludir la gravedad del asunto.
Y aún quedan dos años de rodillo.¿Les va a dar tiempo de maquillar la cosa para que parezca que todo va bien? ¿Volveremos a dejar que la situación se repita?
Lo asustante es pensar que casi todos volverán a hacer lo mismo que hicieron hace dos años. Porque igual que entonces no se veía clara la alternativa ahora tampoco. Pero ellos sí.
No se unirán los que no lo hicieron entonces, los desgajados seguirán igual y la oposición actual mantendrá sus cerriles posturas de desunión. Cada autonomía verá sólo lo que le dejan ver las anteojeras de discursos mendaces e interesados. Más o menos como siempre.
Bien nos han dado con el garrote de la crisis. Eso y la guerra han sido siempre las mejores armas para reprimir los intereses de todos en favor de unos pocos.
He oído decir que con el Papa Francisco la iglesia católica no apoyará a los de siempre. Que regresa la epístola de Santiago a primera posición con su capítulo quinto al completo. Que hay en algún lado un liderazgo que se está gestando. Que las opciones son varias. Que cuajan los movimientos populares. Que volverán las oscuras golondrinas. Tantas cosas...
Yo sólo veo a un oscuro golondrino apareciendo de vez en cuando y hablando como ex-cátedra de todo lo que se le ocurre con el aplauso de sus voceros.
Al final me temo que sigamos como siempre las sugerencias más o menos encubiertas de la caja tonta y ellos sigan dándonos una lección de unidad ante el molok de oro.
Han ganado más que nunca y no van a renunciar a seguir engordando.
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