domingo, 7 de abril de 2013

ESTABA PERDIDO

Así ha sido. Totalmente. Se me olvidó la contraseña para acceder a mi blog. Podía leerlo, pero no conseguía entrar para escribir. 
Y sin darme cuenta han pasado casi cinco meses sin poder añadir nada. 
Por fin mi hijo Álvaro se ha puesto un rato conmigo y me ha devuelto la seguridad. Espero que no me vuelva a pasar.
Y me pregunto si es la edad o algo más. Espero que sea un simple accidente.
La verdad es que hemos estado bastante ocupados. 
Por otro lado las cosas que pasan en nuestro infeliz pais no animan a la divagación. Y no me refiero a esos "grandes escándalos" que nos proporcionan, a saber con que intención, los medios de comunicación. Más bien a ese malestar hondo y corruptor que va   calando en el sentir general, que va pudriendo la opinión, y destruye todo lo valioso en lo que podríamos llamar el Pueblo.
Me pregunto si somos ya un pais corrupto o todavía tenemos arreglo. De vez en cuando las llamadas "iniciativas populares" parecen llevar el germen de una posibilidad renovadora. Pero se agotan pronto, las agostan entre la autoridad y los media. O se corrompen confundidas con esas otras corrientes cuyos hilos mueven  ¿Quienes?
Empiezo a estar harto de unos informativos que sólo son cotilleos y medias mentiras; de unos partidos políticos caldo de cultivo de la más acendrada antidemocracia; de unos empresarios de estrechas miras que aprovechan la situación para llevarse el dinero donde cotice menos; de tantos trabajadores que han perdido el sentido del trabajo bien hecho, y más y más. Como todos supongo.
Pero hay que seguir.
 Afortunadamente todavía queda buena gente.
 ¿Queda, verdad?
       

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