¿SEGURO?

Iba andando por la calle.
Alguien a mi lado dijo en voz alta:
--¡Estoy seguro!
Indudablemente era una frase trivial. Me sirvió de motivo para reflexionar.
¿Seguro? ¿De qué estoy yo seguro? ¿Alguna vez lo he estado?
A nivel amplio sí, claro. De que estoy aquí, de que quiero a los míos...y poco más.

A nivel estricto, ¿Seguro? De nada.
Así como suena. De nada.
Y creo que no me molesta esa inseguridad. No me impide actuar en modo alguno. ¿Soy? ¿Estoy? Lo doy por supuesto sin atreverme a asegurarlo. Y adelante.
No obsta para que en montones de ocasiones actue como si tuviera certezas de cosas concretas. Porque de verdad, de verdad. Seguro de nada.