Vuelta al calor para constatar que los médicos nos siguen dando largas. Mejor. Dos meses de pausa. Después ya veremos.
Aquí con estos treinta y cinco para arriba, se está bien. Algo pesadas las noches en que el termómetro se obstina en quedarse demasiado alto.
Vendrán todos. Hijos, nietos, amigos. Una explosión de cordialidad. Luego, cuando se vayan vendrá el bajón, pero aún falta para eso.
Quizá resulte demasiado frívolo escribir sobre vivencias personales cuando se está viviendo una situación como la actual. La justicia en busca y captura. El poder ejecutivo, y los otros que aquí no hay división, en manos de ¿corruptos?, ¿irresponsables? ¿trepas sin más?.
Duele enterarse de que esos jerifaltes que nos aplican los recortes, tienen un más que soberbio pasar. Leed, leed por ahí.
¡Ah, pero se van a aplicar un siete por ciento! ¿También en los gastos de representación? ¿Y en lo que recibieron como regalo?
"Estos Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un día..." ¿O no? ¿O siempre fue así? ¿O todavía peor?
Porque mandar, lo que se dice mandar, siempre recuerdo a los mismos. Los apellidos son iguales. Puede que ahora sean sus hijos, sus yernos o sus nietos.
¿No es una pena?
Porque España como merecer la pena la merece.
¿Será como dice mi amigo Fachendo una confabulación por la envidia que nos tienen los de fuera? ¿O que a alguien se le fue la mano en aquello de los derechos humanos y "los de siempre"han dado un golpe de efecto para que volvamos al redil como piensa Paranoico?
¡Algo habrá que hacer, digo yo!
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